En su conferencia (recopilación de sonidos del pensamiento) “Nunca vi un sonido” Murray Schafer sonó: “Todo sonido se suicida y no vuelve”, habito esa voz y sueno: todo sonido se suicida y vuelve en forma de fantasma.
Escribo intentando fijar con palabras unos sonidos.
Escribo para fijar en estas figuras los sonidos que hago al pensar.
Escribo, entonces sueno.

Leo para escuchar otras voces,
leo con mi voz,
me escucho habitando la voz de otros.

Escribo, leo, me escucho sonar.
otras inmanencias
Fantasmas con aroma, vuelven una y otra vez,
como un umbral, translucidos a otro tiempo,
otra forma de durar,
un instante inatrapable de volver a ser.
Fantasmas, cuerpos sonoros que se anuncian por su ausencia, cuerpos aplazados, un velo liviano que cubre la desnudez de haber sido en un tiempo.
Asisto al nacimiento y muerte de los sonidos del mundo, simultáneamente, en la escucha, todo sonido es inédito y se hace fantasma.

Todo registro sonoro es póstumo.